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domingo, 19 de julio de 2009

Argentina dio un salto de la mano de Weber

Argentina dio un paso histórico en un muy breve proceso de la mano del exitoso entrenador y ex armador de la Selección, Javier Weber, el de clasificarse para la Final Six de la Liga Mundial 2009, que se jugará a partir del miércoles en Belgrado, Serbia.

El hecho fue histórico, porque es la primera vez que el seleccionado llega a estas instancias por mérito propio. En 1999 fue finalista pero porque fue el organizador de las finales de la Liga Mundial

Esta vez, por el grupo B dejó afuera a Francia, tras derrotarlo en San Juan por 3 a 1 y 3 a 2.
Lo de Javier Weber, como entrenador al frente de este grupo ciertamente joven no sólo es el pasaje a la final de la Liga, sino también un pasaporte de credibilidad.

Una herencia que llega de un proceso que inició Jon Uriarte con el famoso recambio que le terminó costando, con el tiempo, "la cabeza" como técnico de la Selección Argentina, luego de quedar afuera de los Juegos Olímpicos de Pekín y con ello cierta condena social de Jon, un artesano que modeló mucho de los jugadores que hoy disfrutan de este presente.

Esto es tan inobjetable como la realidad de que Javier Weber es un gran conductor y el gran mentor de esta clasificación.

Weber es como esos motores de 8 cilindros en V que arrollan todo a su paso. Un ganador que sacó su chapa de tal en la primera de cambio y mostró claramente sus intenciones.

No es tímido, ni mesurado en sus palabras y expresiones; por el contrario. Igual, Weber es cuidadoso y respetuoso.

"Yo juego a ganar. Juego a ganar todo y si vos me querés ganar yo voy en buscar ganarte mucho más. Me podrás ganar un partido, pero sólo un partido. Por eso entiendo que la selección no es para cualquiera", dijo casi con los dientes apretados en su momento a Más Deportes.

Una sentencia que lo pinta de cuerpo entero y traslada a la cancha en los resultados. Sí, con los dientes apretados hace que sus dirigidos pisen el rectángulo.

Con estos mismos dientes apretados, Javier Weber hace que sus alineados defiendan, bloqueen o ataquen cada pelota; sino se quedan afuera. En el partido decisivo no tuvo ni medio reparo en sentar en el banco a dos de sus pilares en este plantel, Spajic y Scholtis.

El público sanjuanino fue importante, pero la verdad es que Argentina se iba a clasificar con o sin este escenario. Es que mucho antes de su debut, Weber dijo que su objetivo era clasificarse; ahora quiere estar entre los 4 mejores. Sergio Faria - Enviado especial a San Juan

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